martes, 30 de julio de 2013

“¿POR QUÉ NO SOMOS SIEMPRE IGUALES?"

“¿POR QUÉ NO SOMOS SIEMPRE IGUALES?"
 
¡Qué triste cuando un ser querido no es cómo creíamos que era!
Lo malo no es que no era cómo se creía, sino el haber estado equivocado.
Me explico: si mi comportamiento no responde a lo esperado, debería ser por una causa lógica y, si me apuran, hasta necesaria; lo malo es cuando no soy igual porque no soy honesto, o porque no soy sincero.
Entonces la realidad se sobrepone a la tristeza, convirtiéndola en amargura. Depende del cariño y unión que existía.
Todos cambiamos, normalmente para mejorar. Es lo lógico y natural.
Todos debemos luchar por tratar de ser, cada día, mejores. Cuesta, pero debe ser la meta y la norma.
La meta final debería ser querer ser santos.
Santo no es el que no cae. No. Santo es el que siempre se levanta, y trata de ser mejor.
Ser distinto a lo que nos creían no es malo, es una realidad.
Malo es serlo para lo malo. Bueno es serlo para lo bueno.
Debemos disculpar y ser disculpados continuamente. Y siempre por amor.
Puede que nos apartemos del camino correcto. La santidad consiste en volver al camino debido, pidiendo perdón.
Anatema al malo que quiere seguir siéndolo.
Querer es creer. Creer en el ser querido, en el amigo y en el conocido. También en el no conocido.
Siempre la presunción de inocencia, hasta que no se demuestra lo contrario.
Y cuando se demuestra lo contrario..., rezar, rezar para que el interesado o la interesada cambien.
Tratemos de ser lo que siempre hemos sido, luchando por mejorar cada día.
Cuando fallemos, pidamos perdón a Dios y a los hombres. Y volvamos a ser lo que éramos.
Nunca caer y quedarse en el hoyo. No, nunca. Hay que estar dispuestos a salir y a mejorar siempre.
Pedir perdón y esperar el perdón. Si no nos lo dan, peligro, el mal es mayor del esperado. Entonces rezar aún más.
Lo normal es perdonar.
Quien perdona reconforta el alma de quien le ha ofendido y reconforta su alma. Ambos se llenan de alegría, la reparten y ambos renacen.
Bendito sea quien volvió a ser como creíamos que era, porque lo era. Ambos nos llenaremos de alegría, de paz y de ilusión. Volveremos a tener la unión que nunca debió debilitarse o desaparecer. Y el amor crecerá como corresponde a los seres humanos buenos que se quieren y se admiran.
Volvamos a ser lo que éramos: santos, y la paz brillará dándonos la felicidad que nos corresponde, la que habremos repartido y ganado.
Seamos siempre iguales, porque tratamos de ser santos, esto es: personas que siempre se levantan.

 

 

domingo, 28 de julio de 2013

viernes, 26 de julio de 2013

¿QUÉ OPINO SOBRE LAS REDES SOCIALES?



¿QUÉ OPINO SOBRE LAS REDES SOCIALES?

 

Apenas han pasado diez años y las redes sociales han llenado el espacio de la comunicación.

Permiten la comunicación universal inmediata. Aquí está, en mi opinión, el secreto de su éxito. Acercan el futuro al presente.

Son un medio que permite el ejercicio de la libertad de expresión por todos los ciudadanos. Libertad de expresión, como es natural, con las limitaciones propias de la integridad de la persona, física o moral, y de los valores éticos y religiosos.

Para que sean eficaces, tienen que ser un lugar seguro e inviolable. Nada ni nadie deberían vulnerar su privacidad.

¿Cómo los usamos? ¿Para qué nos sirven?

¿En qué repercuten sus aportaciones? ¿Recibimos contestación? ¿Quién y cuántas personas contestan?

¿Son un diálogo de sordos?

Me encantaría que respondieran a estas preguntas.

En mi opinión, las redes son un medio en donde lo que decimos está al alcance de todo el mundo. El límite lo ponemos nosotros.

Las aportaciones, "las entradas en las redes", son una gran fuente de información. La variedad y la cantidad enriquecen la información.

Deben ser un medio para unir, para conectar, - en directo y en persona -, a las personas, para estar más cerca, para compartir nuestras inquietudes.

Para crear vínculos de verdadera amistad.

La calidad de lo que decimos y leemos es primordial.

Para mi tienen un valor añadido, porque posibilitan la participación de todos en la búsqueda de la relación personal para conseguir el bien común.

Tenemos la libertad de elegir, y de que nos elijan.

Son el espacio ideal para practicar la humildad, no la arrogancia. Para la exquisitez en el trato. De ejercitar la buena educación y el respeto.

Quiero hacer hincapié en una cosa: ¿para qué sirven mis aportaciones?

Deberían servir para fortalecer y repartir felicidad, por la honesta participación en la plena libertad.

Es lo que creo y es lo que pretendo practicar. Con las redes sociales el presente y el futuro serán esplendorosos, siempre que participemos con honestidad.

Redes Sociales, igual a: información, honestidad, participación y libertad.

jueves, 25 de julio de 2013

Participación…

Hoy, este blog, se complementa con una inestimable cooperación. Y me lleno de ilusión, de alegría, de gran esperanza y honor.
A continuación publico el artículo PARTICIAPCIÓN… que ha escrito Don Enrique González Araña. Abogado, profundo pensador, y, en especial, un hombre sumamente honesto.
Que este artículo les sirva y les llene.
Gracias a ustedes por su apoyo en la lectura de los escritos de este blog. Responsabilidad que acepto, y ruego a Padre Dios me ilumine para decir lo que debo.

 

Mi querido Luis.

Participación…

 
Es un tema de gran profundidad, y serían inagotables los distintos aspectos que suscita.

Voy a referirme exclusivamente a la participación, como tarea de construcción de los espacios de convivencia.

Y aún desde este enfoque, al espacio político.

El espacio en que convivimos, y comorimos (con-morimos), ya no es la ciudad exclusivamente (la polis), sino que es el mundo entero, y ese espacio que nos ha surgido entre las manos, acelerada y explosivamente, que es el  “ciber”, ese mundo en el que como decía Eduardo, los jóvenes de las nuevas generaciones son nativos, y nosotros somos inmigrantes. Inmigrantes, eso sí, cargados con una elaboración cultural de siglos y milenios a nuestras espaldas.

Ha costado siglos la construcción del sistema de organización de la convivencia política que llamamos democracia.

Digo “llamamos democracia”, porque las experiencias concretas, que ostentan ese nombre,  han sido y son unas realidades en alguna medida contradictorias entre el contenido y la forma, entre la idea y la realidad.

Hoy está en crisis la democracia parlamentaria, el sistema de partidos, elecciones, delegación del poder, etc.

Está en crisis el sistema.

Y está en crisis, no por debilitamiento de la idea de que el poder reside en “el pueblo”.

Todo lo contrario, el ciberespacio acrecienta la conciencia de las necesidades y los derechos “del pueblo”.

El problema, y problema grave, es que simultáneamente se acrecienta la conciencia de que el sistema no funciona, ni parece que sean solución pequeños retoques

Y es que junto a la crisis del sistema, se debilitan pilares que lo sustentan, como es la división de poderes, la ley, la judicatura, la administración, la libertad, etc., etc.

Pero, no asustarse, Luis…

En este mundo convulso, precisamente por ese nuevo espacio que supera fronteras naturales y culturales, el hombre concreto, cada uno, cobra una gran responsabilidad en la construcción de ese espacio de convivencia.

Y por referirme exclusivamente al marco político, la alternativa va por el desarrollo de las instancias intermedias entre el ciudadano de a pie, y las instituciones de poder.

¡qué bien lo saben los lobbies ¡

Y es ahí, en la construcción de esas instancias intermedias donde es urgente ejercer la participación.

Luis, gracias por poner el dedo en la llaga. Es molesto remover la comodidad, pero al mismo tiempo es ilusionante participar, y participar en un mundo nuevo, urgente, sufriente y gozoso, en tinieblas y fascinante.

Un abrazo, Enrique.

 


martes, 23 de julio de 2013

“AMOR A LA VERDAD”

 “AMOR A LA VERDAD”
 
¿Cuántas verdades existen?
Yo se cual es la mía.
También se que todo puede ser confundido. Incluso se puede mentir si falta rectitud de conciencia.
Por amor a Dios y al hombre siempre se debe decir la verdad. Es una cuestión de caridad, de justicia y de valores.
Al hombre se le debe, siempre, el buen nombre, el respeto, la consideración, y la fama que haya merecido.
La calumnia, la murmuración, la maledicencia, la crítica malévola … son faltas a la verdad. Y faltas a la justicia, pudiendo crear graves problemas al injuriado.
También se falta a la verdad con el silencio, cuando se omite la defensa de la persona injuriada. Ese silencio supone aprobar el mal que se oye y no reprobarlo. Incluso alabando se puede faltar a la verdad.
¡Lo mejor es no comentar nunca rumores infundados!
¿Cuántos medios de información promueven este tipo de mentiras? Nuestra obligación es ser consciente de ello ... y no gastar un céntimo ni un minuto en prestarles atención.
Las personas, como las instituciones, tienen la obligación de decir la verdad. También tienen derecho a que se diga la verdad sobre ellas.
¿Cómo se nos conoce? ¿Como personas que decimos la verdad?
Debemos rogar a Padre Dios que nos ilumine y siempre digamos la verdad, pero sin ofender.
Formar juicios precipitados y basados en informaciones superficiales es otra forma de mentir, que puede causar un grave daño.
Conviene no subjetivar los hechos, mantener siempre un sano espíritu de crítica para eliminar los posibles errores tendenciosos o informaciones incompletas.
El amor a la verdad debe ser la constante en la comunicación. Nos defiende frente a un cómodo conformismo, pues se trata de huir de las simplificaciones parciales o sectarias, y de buscar siempre la verdad.
Si actuamos así, el mundo será lo que tiene que ser, un mundo donde se respeta la dignidad de la persona sobre todas las cosas con la verdad.
La justicia, ser justos y honestos, hará posible el mundo que nos merecemos. Dejaremos de ser esclavos y seremos seres libres. Entonces podremos ser auténticamente felices.
Y todo amando la verdad, porque amamos a Dios y al prójimo como a mostros mismos.
Curemos los ojos del alma para ver la verdad y decirla.
San Agustín decía: “procurad adquirir las virtudes que creáis que faltan en vuestros hermanos, y ya no veréis sus defectos, porque no los tendréis vosotros”
Veamos lo bueno de las personas para disculpar errores y ayudarles a que digan siempre la verdad.
La verdad en vivir la justicia en las palabras en los hechos, respetando y considerando al ser humano como únicos e irrepetibles.
Amemos  a la verdad, y seremos libres.

domingo, 21 de julio de 2013

viernes, 19 de julio de 2013

“CINCUENTA PAÍSES HA VISITADO MI BLOG”


 “CINCUENTA PAÍSES HA VISITADO MI BLOG”
 
Jamás imaginé que pudiera tener este honor y responsabilidad.

Cincuenta PAÍSES ha visitado este su blog,- al que dedico una parte importante de mi vida -,  poniendo mi responsabilidad, honestidad y participación.

Han pasado15 meses desde mi primer artículo en el blog. Y ha tenido 11.000 visitas. Impresionante.

Los Países que ha visitado el blog, - puestos orden de entrada -, son los siguientes: ESPAÑA, ESTADOS UNIDOS, ARGENTINA, ALEMANIA, RUSIA, REINO UNDIO, ITALIA, VENEZUELA, ANDORRA, REPUBLICA DOMINCANA, COLOMBIA, LETONIA, FRANCIA, CHILE, ECUADOR, MÉXICO, PERÚ, GUATEMALA, CANADÁ, PANAMÁ, PUERTO RICO, CROASIA, EL SALVADOR, UCRANIA, BOLIBIA, POLONIA, HONDURAS, INDONESIA, ARGELIA, NICARAGUA, COSTA RICA, URUGUAY, ISRAEL, BRASIL, SENEGAL, NORUEGA, BIELORRUSIA, PAISES BAJOS, BÉLGICA, PARAGUAY, COREA DEL SUR, MALASIA, SINGAPUR, SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS, SUECIA, MOLDAVIA, JAPÓN, TAIWÁN, SUIZA E ISLANDIA.

Esto era impensable hace muy pocos a años. Era imposible.

¿Qué enorme responsabilidad tenemos aquellos que publicamos en estas maravillosas Redes Sociales?

Me educaron en valores religiosos.

Las razones de mi blog son los fundamentos de mi vida: Dios, la familia, los amigos y la comunidad.  A ellos he querido e intentado dedicarles todo el tiempo que he podido. Queriendo y pretendiendo conseguir una mayoría humana honesta y participativa que imponga su proceder, anule al poder perverso, liberándonos y haciéndonos libres y todo  para el bien de los demás, dándonos la plena felicidad y la plena libertad.

Mis creencias fundamentales –tratando sean vivenciales - son Dios y la libertad.

No quiero ser esclavo y lo soy del poder perverso, porque no hay esa mayoría.

Seguiré intentando ser consecuente, dedicándole todo el tiempo que pueda, a este blog y con los mismos ideales.

Esta es mi obligada y honesta participación a la humanidad, - a quien quiero apasionadamente y sin pedir nada a cambio -, con el fin que seamos felices y libres, para lo que hemos nacido.

Gracias por leerme y por los comentarios – enriquecen los temas -, y como creyente: que Padre Dios y su Santísima Madre les colme de bendiciones, como yo les bendigo, y rezo por todos ustedes.

Sin honesta participación no hay solución, y sin ella no puede haber felicidad ni libertad.

Gracias.


martes, 16 de julio de 2013

“EL AMOR, EN EL ATARDECER”


 
 “EL AMOR, EN EL ATARDECER”
 
Amar es querer apasionadamente. Estar dispuesto a dar la vida por el ser amado. Es soñar despierto con la mayor de las ilusiones y sensaciones.
Dios es amor. Cualquier imitación a Ese Eterno Amor engrandece el alma, eleva el espíritu y llena la vida de contenido.
¡Dichosa/o quien aún en el atardecer de la vida encuentra el amor! Entonces se subliman todos los actos.
La experiencia da unos comportamientos que superan a cualquier otra vivencia más temprana. El amor adquiere más presencia y vivencia.
Querer, amar en los últimos tiempos de la vida, es de tal magnitud, de tal grandeza y de tal apasionamiento, que no hay, ni puede haber, momentos más felices que los que se pueden vivir en esa época y con el ser amado. Y el ser amado recibir el amor sin reservas, sin condiciones, salvo la de ser amado.
Jamás se puede perder la ilusión, no hay, ni debe haber, razón que pueda anular la dicha del amor en el atardecer de la vida.
Que sean estas palabras de aliento, esperanza e ilusión a todo quien quiere, quiere querer o quiere que le quieran, porque también le querrán.
Querer es la antesala del amor, amar es el palacio del querer.
Querer-amar, amar-querer, son únicas e irrepetibles; vivencias anheladas; y experiencias eternas.
Ruego a Padre Dios dé – en todas las edades – la dicha del amor. Del Suyo para conseguir la feliz eternidad, y el terrenal para llenar la vida de alegría, belleza, y contenido.
Amar es vivir, y vivir debe ser amar. Y en todas las  épocas de la vida.

domingo, 14 de julio de 2013

viernes, 12 de julio de 2013

“¡SEÑOR, QUE VEA!”



 
“¡SEÑOR, QUE VEA!”
 

Como el ciego Bartimeo  -del Evangelio católico-  cuando Jesucristo le  pregunta ¿qué quieres? le responde: "Domine, ut videam". Señor, que vea.
Así de ciegos están los pasotas y los individualistas, con el  agravante de que no preguntan, viven y vegetan, siendo el gran apoyo  al poder perverso. A este grupo hay que unir a los relativistas.

 Estos  tristes, nefastos e importantes grupos humanos, están, igualmente,  ciegos a la participación. Tienen cerrados los ojos y los sentimientos  del corazón. Insensibles a la realidad. Su realidad es la  indiferencia, ni eso, es la ausencia. El nosotros no existe, sólo  existe el YO.
Anhelamos, como el ciego Bartimeo, que les pase por su lado la luz y  les ilumine y sean participativos para poder llegar a la plena  felicidad y a la plena libertad. Porque no las pueden tener sin el  “nosotros”.
Son vivencias derivadas de la honesta participación.
Necesitamos fortalecer nuestra fe, gritemos: !Jesús, Hijo de David,  ten compasión de mí!
Recemos para detener a Jesús, que va de paso. Y seremos escuchados.  “Pedid y recibiréis”.
En este corto espacio que es nuestra vida  busquemos la santidad.
Jesús quiere que nos convenzamos de que le  necesitamos. Pidamos tozudamente.
Necesitamos ir tirando todo lastre.  Todo aquello que nos sobra para la santidad.
Sacrificio, nos costará, pues la meta es la salvación, la vida con  Padre Dios. Pero estemos seguros de que seremos oídos como Bartimeo. 
Recemos de forma personal, directa y sin anonimatos.
La historia de  Bartimeo es nuestra historia.
Muchos estamos ciegos para muchas cosas.  Y muchas cosas nos traen ciegos. ¡Señor, que vea! Y con mi vista pueda  ayudar a que los demás vean, y todos, juntos, caminemos por el sendero  luminoso de la felicidad y la libertad, porque somos lo que somos: humanos honestos y participativos.
¡Señor, que vea!

martes, 9 de julio de 2013

“LA TIBIEZA”


“LA TIBIEZA




La tibieza es una enfermedad del alma. Afecta a la voluntad y a la inteligencia, empobreciendo nuestros actos.
Comienza debilitando la voluntad, como consecuencia de frecuentes faltas que cometamos y dejaciones, obscureciendo a la inteligencia.
La tibieza nos hace ir cambiando en la vida interior. Las cosas que eran trascendentales se vuelven rutinarias, y ya no se hacen por amor.
Sufrimos cambios importantes, disminuyendo el valor de lo grande.
Afecta al trato con Dios porque se pierde la prontitud y la alegría de todo lo referido a Él. Se deja de ser un enamorado de Padre Dios. Se ve al Señor como un ser lejano, inconcreto, de rasgos poco definidos.
Un cristiano tibio es un alma cansada en el deseo de cambiar. Está de vuelta.
Santo Tomás considera la tibieza como “una cierta tristeza, por la que el hombre se vuelve tardo para realizar actos espirituales a causa del esfuerzo que compartan”.
Los tibios no son la sal de la tierra. Son la sal desvirtuada.
La tibieza no es la aridez. En la aridez, la voluntad está firme en el bien. Permanece la verdadera devoción, que Santo Tomás define como la “voluntad decidida para entregarse a todo lo que pertenece al servicio de Dios”.
En la tibieza la imaginación anda suelta.
En la aridez los actos suelen estar llenos de frutos.
El estado de ánimo no debe ocupar el primer lugar en la piedad ni en las relaciones humanas. La esencia de la piedad no es el sentimiento, sino la voluntad decidida de servir a Dios y a los demás. La inteligencia debe dominar nuestros actos.
La tibieza es estéril.
La aridez puede y debe ser señal positiva de que Padre Dios desea que purifiquemos nuestras almas.

Nuestro paso por la vida debe ser notorio, definido y activo, buscando a padre Dios sobre todas las cosas y ayudando al prójimo de todo corazón. Que nos enriquezcamos nosotros y que enriquezcamos a los demás. Que no nos empobrezcamos, ni empobrezcamos a los demás.

Ser sal de la tierra, no dando la impresión de incapacidad para eliminar la corrupción que ha invadido la familia, la escuela, el trabajo, la política, las instituciones, la sociedad.

Los cristianos tenemos de dejar de ser tibios, que quita la fuerza y la fortaleza de la fe, y es amiga de lo fácil.

El amor tiene que renacer de forma arrolladora, eliminando al mal y sustituyendo a la tibieza por la heroicidad de la verdad.

La tibieza es causa del mal. Apaga la fe y reduce el amor. La tibieza se detiene ante cualquier dificultad.

Seamos la sal de la tierra, porque no somos tibios sino enamorados de Padre Dios, del ser humano y de la Naturaleza.

El amor no regatea esfuerzo. Reta a las dificultades y las vence.

Pidamos a Padre Dios y a su Santísima Madre la Virgen María nos aparte de toda tibieza, y seamos fieles, libres y consecuentes con el amor.

 

 


domingo, 7 de julio de 2013

MÁXIMA DE MI VIVENCIA Y CREENCIA.



MÁXIMA DE MI VIVENCIA Y CREENCIA.


Si no se dominan las malas inclinaciones,
se deshacen los amores, las deseadas vivencias e ilusiones.

viernes, 5 de julio de 2013

“LA MENTIRA”



 “LA MENTIRA”
 

La mentira hace daño. También al que la dice.

La mentira distorsiona, desdibuja la realidad

Quien miente se queda con una sensación amarga. Incluso el mentiroso compulsivo.

La mentira deja huellas en quien engaña y en quien es engañado.

La mentira degrada al mentiroso y desorienta al honesto.

¿Por qué mentimos?

Para justificarnos, para quedar bien, para imponer un criterio, para engañar con la finalidad de salirnos con la nuestra, para obtener algún beneficio (...).

Nunca hay justificación para la mentira. Tampoco para tolerarla. El daño puede llegar a ser irreversible.

No creo que el mentiroso se sienta satisfecho de sus mentiras. Me parece imposible.

Si creo, por el contrario, que tiene que sentir remordimiento, pena y hasta angustia, porque nunca consigue nada bueno.

Decir la verdad es un don de los justos, de los honestos. De los que aman al ser humano y se respetan a si mismos.

Mentir es sinónimo de cobardía. No se tiene la valentía de decir la verdad.

Hay quien miente con minúsculas. Por ejemplo el que quiere justificar o realzar un hecho con una mentirilla. Pero esta persona tiene que aprender a dejar de mentir, porque el siguiente paso es convertirse en un mentiroso con mayúsculas, con todas sus implicaciones y consecuencias.

Incluso los hay que mienten para enfatizar un hecho, para resaltar su importancia.

Todos, los minúsculos y los mayúsculos, no dejan de ser mentirosos, desafortunadamente.

¿Cuánto daño hace y reparte el mentiroso? Lo más preocupante es que la mayor parte de las veces no tiene ninguna necesidad de mentir.

“La verdad os hará libres”

Es necesario ayudar al mentiroso a que deje de serlo. Que sea lo que somos, y debemos ser, los maravillosos,  felices y libres seres humanos: honestos.

La honestidad supera y anula cualquier acto o persona mentirosa.

Intentar hacer ver a los mentirosos el error en que se encuentran y el daño que causan, y se causan, sin ninguna necesidad. ¡Que se acepten como son, no como les gustaría ser!

¡Dichoso y bienaventurado aquella, aquel que consigue convencer a un mentiroso y deje de serlo!

¡Qué triste es, y qué tristeza deja el mentiroso! Y sin necesidad.

Roguemos porque los mentirosos dejen de serlo, y se unan a los honestos, haciendo que la convivencia sea algo maravilloso, se desarrollo en el amor verdadero y sincero, y nos podamos querer como hermanos, y no como primos.

 

 

 

 

martes, 2 de julio de 2013

“REITERO LA OBLIGACIÓN DE PARTICIPAR”



 

“REITERO LA OBLIGACIÓN DE PARTICIPAR”

El 13 de septiembre de 2012 dije: “Toda persona, sana y con tiempo disponible, tiene la ineludible obligación de participar para promover el bien de la comunidad”. Ahora lo ratifico e insisto en que busquemos y hagamos algo por la comunidad.
Cada uno conoce, perfectamente, el tiempo de que dispone y los conocimientos que posee. De acuerdo a ellos tiene la obligación – no devoción – de trabajar diaria, semanal o mensualmente en algo que beneficie a la comunidad.
Parto del principio de que la comunidad SOMOS TODOS.
El poder que tenemos es de tal magnitud, que no existe quien lo pueda detener. Somos nosotros los que lo detenemos y hacemos que no tenga valor.
El pasotismo e individualismo cooperan, directamente, a proteger esa inactividad colectiva, que nos está llevando a la ruina como sociedad, apoyando, con enorme efectividad, al poder económico perverso, de quienes somos sus esclavos.
De usted, de mi, de todo sano viviente depende el cambio para que haya un mundo mejor, que es el que nos merecemos, y para el que hemos nacido. ¡Ay de aquel que dice que no van con él! ¡Que eso es de otros! ¡Qué puedo hacer yo sólo! Queriendo justificar su inactividad en el bien de sí mismo y de la comunidad.
Hay quien barrerá la acera. Otra/o ayudará a enseñar su profesión. Otra/o a informar la forma correcta de hacer un escrito de reclamación. Otro/a … en resumen, otra/o ayudando y ayudándose con su trabajo diario, semanal etc., por el bien de los demás.
Después de Dios y la familia están los amigos y la comunidad.
Quien desoiga y no atienda las necesidades que hoy tan gravemente tenemos, -que reclaman su necesaria e imprescindible aportación personal– debería ser reo de rechazo social, y hasta familiar.
Creo ciegamente y amo apasionadamente al ser humano. Sus bondades y posibilidades son casi infinitas. Sólo hay un condicionante: darse.
Darse engrandece el alma, elimina el mal, desarrolla el bien, aumenta y fortalece la libertad.
El egoísmo altera el progreso, reduce la felicidad y anula la libertad. No hay felicidad completa sin libertad. No hay disculpas para no participar -en la medida de cada uno- al bien de la comunidad, que es mi propio bien.
Sin una comunidad querida y libre, anatema venga al egoísta.
Reitero que tenga el rechazo social, hasta el familiar. Y esto sólo por el deseo de que reaccione, jamás por venganza.
Bendiciones y alabanzas a toda/o quien coopere al bien de los demás, y sin pedir nada a cambio. Se le tenga como ejemplo y brille para ella o él el resplandor de la gratitud y del agradecimiento eterno, de tal forma, que lo hereden sus hijos.
Ahora le toca a usted, para hacer juntos lo necesario, y que podamos ser felices y libres. Gracias por ello y que Padre Dios le bendiga.

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